Cuando piensas que nada tiene sentido, puede ser que alguien venga y te alegre el día. Lo mejor que sientes es ese cosquilleo en la barriga y esas ganas de ponerte a reir, con esa risa tan alocada que a él le encanta y a ti te molesta. No siempre los defectos son defectos para todos, ya que lo más seguro es que lo que odies de ti, a esa persona le encante. Tienes que darte cuenta como te mira, como siente, incluso como anda. Cuando veas que se acerque a ti, no te pares, enserio, dale el beso más maravilloso que hayas dado en tu vida. Seguramente a partir de ese día, seas feliz de verdad.
Lo malo de ese hecho será que tendrá que haber llegado ese día para ser feliz, en vez de aprobechar desde el día en que nacistes para vivirla como tu quieres.
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